"Amarás a tu prójimo, como a ti mismo"

En la misma medida que le permitamos al amor convertirse en la fuerza dominante de nuestra vida, podremos adoptar las actitudes correctas hacia Dios, hacia los demás y hacia nosotros mismos.

"Ayudándoles el señor y confirmando la Palabra" Marcos 16.20

Dios es la fuente de Poder.- Así como la electricidad fluye a través de dos alambres y produce luz, Dios derrama su poder en nosotros a través de dos canales- Su Espíritu y su Palabra- y nos llena de luz. Es la combinación del Espíritu y la Palabra lo que permite que la luz del evangelio brille a través de nosotros cuando nos entregamos a Dios en el evangelismo. Mateo 5.14, 16; Salmo 18.28.

"Orad sin cesar" I Tesalonicenses 5.17

A medida que oramos y alabamos a Dios el Espíritu Santo nos da el amor y la compasión que son esenciales al evangelismo dinámico y eficaz. Una actitud crítica que nos haga fijarnos mayormente en las faltas del que deseamos ver salvado puede ser lo que más les impida recibir a Cristo. Alabemos a Dios por ellos y por lo que El va a hacer en ellos. La compasión debe tomar el lugar de la crítica.

Varias señoras que habían orado durante años por la conversión de sus esposos, comenzaron a alabar a Dios por sus esposos; de repente descubrieron que su amor se aumentaba; y las barreras se rompían. Pronto aquel esposo aceptaba a Cristo. Dios obra en nosotros, en los demás y en las circunstancias cuando oramos por ellos. Recuerde a Job. Cuándo lo sanó Dios? Cuando oró por sus amigos! Job 42.10.

Mientras oramos Dios nos ayuda a ver las necesidades de los que nos rodean, nos guía hasta aquellos a quienes debemos testificar, nos proporciona el valor que necesitamos, y nos dirige en cuanto a lo que debemos decir; el Espíritu Santo nos guía y obra a través de nosotros para la salvación de las almas, en respuesta a la oración de otros creyentes también.

Un granjero canadiense se hallaba orando en su casa; era una noche oscura y tormentosa. De pronto sintió una fuerte impresión, como si una voz le dijera: "Ve al pinar, arrodíllate y ora en voz alta". El granjero pensó que debía ser una loca idea suya; pero la impresión hacía más fuerte. Por fin salió de en medio de la tormenta, se arrodilló entre los pinos y comenzó a orar como el Señor le había dicho. De repente sintió sobresaltado una mano que posaba en su hombro y la voz de un hombre, quien había ido al bosque para suicidarse. Ya había atado una soga a la rama de un pino y estaba a punto de suicidarse cuando oyó la voz del granjero que se alzaba en oración. Como resultado, aquel creyente condujo al casi suicida a una nueva vida en Cristo.

Mateo 18.18. "De cierto, de cierto os dijo que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en el cielo".

Antes de conquistar almas y territorios para Cristo debemos atar los principados, potestades, los gobernadores de las tinieblas y las huestes de maldad. Tenemos autoridad para desatar avivamiento, bendición, salvación y vida en el Nombre de Jesús.

 

Cuando una iglesia sale a evangelizar es importante tener libretas para tomar información de las personas que el Señor toque para darles una visita a sus hogares con el fin de presentarles la Palabra de Dios.

La iglesia metodista libre de Lynnwood, Washington, creció de 14 miembros a 1400 en cuatro años. La mayoría de estos se convirtieron en casas como resultado de la visitación y el estudio bíblico. Una Iglesia Presbiteriana de Coral Ridge, Florida EE.UU. ha crecido desde 17 miembros hasta 2025 en 8 años. Cada semana 300 miembros de la iglesia visitan a la gente en su hogar y la invitan a recibir a Cristo como su Salvador. Observemos los métodos que usan estas y otras iglesias de crecimiento rápido

Visitar para:
                        Consultar
                        Cultivar
                        Convertir
                        Conservar

Consultar: cómo podemos asegurarnos de que todas y cada una de las familias que viven en nuestra zona de responsabilidad reciban testimonio del poder de Cristo? De qué modo podemos descubrir a los que se interesan en el evangelio, a los descarriados, a los miembros de los diversos grupos étnicos y culturales, a los físicamente impedidos y a otros qué no han sido alcanzados por la iglesia? Esto se logra por medio de las visitas de Consulta; de casa en casa, hasta cubrir toda la zona. En algunas visitas simplemente cultivaremos la amistad y prepararemos el camino para un testimonio futuro.

Para la visitación de casa en casa se le asignará a cada equipo una zona. La manera más sencilla de hacer esto es dividir por manzanas, tomando un solo lado de los cuatro calles que circundan la manzana. Así se evita la duplicación de visitas a las casas que están en las esquinas.

El evangelista Billy Graham y sus asociados hablan de las tres "P" de sus campañas: Preparación, Penetración y Preservación. Comparan estos principios con la forma del reloj de arena; que tiene en los dos depósitos en los extremos unidos por una estrecha garganta. La preparación para una gran campaña unida y el trabajo de preservación después pueden llevar un año entero cada uno. La parte central; penetración en la ciudad con el evangelio en la campaña propiamente dicha; es un esfuerzo intensivo que dura un tiempo mucho más corto. Lo que sucede en la parte central depende en gran medida de la preparación anterior.

Del mismo modo, la permanencia de los resultados obtenidos en los cultos especiales depende d la tercera parte de reloj de arena: El trabajo de preservación. Es decir, que necesitamos planificar bien cada una de las partes del "reloj".

¡Todo el evangelio a todo el mundo en toda generación! Esto demanda la movilización y adiestramiento de toda la iglesia; exige oración y sumisión al Espíritu Santo. Después El hará a través de nosotros lo que jamás podríamos hacer solos. También significa la cooperación con las mismas misiones extranjeras y domésticas. Dios cuenta con nosotros para llevar el evangelio a los que están más allá de nuestro alcance. Esto se logra con el envío y sostenimiento de misioneros mediante nuestras oraciones y ofrendas; además de ir nosotros mismos donde quiera que el Señor nos mande.